martes, 3 de marzo de 2015

ADOLESCENCIA COMPLICA TRATAMIENTO PARA EL ASMA




DRA. ARACELI CARRILLO MUÑOZ

En los adolescentes el asma es muy difícil de manejar.
El diagnóstico es teóricamente más fácil a esta edad, ya que el diagnóstico diferencial es menos amplio.

Sin embargo, a pesar de esto, son desalentadores el sub diagnóstico y mal apego al tratamiento. Muchos adolescentes se muestran enojados, resentidos o frustrados al ser diagnosticados de asma. El incumplimiento del tratamiento es más frecuente en adolescentes que en cualquier otro grupo de edad.

Puede ser no intencionado (olvidarse de tomarlo, no entender o no haberle enseñado bien cómo debe usarlo) o intencionado (negación de la necesidad de tratamiento, preocupación por los efectos secundarios, rechazo del consejo de una persona autoritaria).

Niegan la severidad de sus síntomas y la necesidad de un tratamiento regular. Sienten preocupación sobre los efectos secundarios que pueda producir la medicación, especialmente por los corticoides (algunos creen que modifica la pubertad), o piensan que la prevención es inefectiva por la inexistencia de un beneficio inmediato.

Es importante entonces seguir algunas recomendaciones, como las siguientes:

· A muchos adolescentes no les gusta aplicar su tratamiento delante de sus amigos, de modo que pregunte al médico de su hijo si se puede aplicar o tomar diariamente la medicación de control del asma (o de tipo preventivo) en casa, por la mañana y por la noche, actualmente existe tratamiento que puede incluso aplicarse solo una vez al día. Esto no solo permitirá que el tratamiento del asma forme parte de las rutinas matutina y de antes de acostarse, como lavarse los dientes o ducharse, sino que usted tendrá la seguridad de que su hijo toma toda la medicación que necesita.
· Muchos niños que tienen asma, especialmente cuando alcanzan la adolescencia, dejan de tomar diariamente la medicación de control del asma (o de tipo preventivo) y confían exclusivamente en la medicación de rescate (o de alivio rápido como el combivent, ventolin o también conocido como salbutamol). Los medicamentos preventivos funcionan de forma imperceptible y paulatina para controlar la inflamación de las vías respiratorias sin que la persona note ningún efecto inmediato, motivo por el cual sus efectos benéficos pueden pasar desapercibidos. No tomar los medicamentos de control del asma cuando es necesario puede ser peligroso e incluso fatal. Si esto le preocupa, coménteselo al médico de su hijo inmediatamente.
· En la adolescencia, es muy habitual negar que se tiene asma y se puede dejar de usar el tratamiento, lo que se asocia a un incremento de los síntomas y las crisis asmáticas. Si este es el caso de su hijo, usted deberá supervisar su tratamiento hasta que él esté preparado para hacerlo solo. Muchos padres encuentran de gran ayuda utilizar un medidor de flujo espiratorio máximo conocido como flujometro. (un aparato portátil que se puede usar en casa para medir la capacidad respiratoria) como última palabra a la hora de decidir si conviene medicar (y en qué medida) a su hijo para prevenir una crisis asmática.

Los medidores de flujo nunca mienten, de modo que el adolescente no podrá negar que tiene problemas respiratorios, y es menos probable que sus padres queden como los malos de la película o como excesivamente protectores por obligarle a tratarse innecesariamente.

· Recuerde que debe respetar la dignidad de su hijo e intentar que se implique al máximo en el tratamiento del asma. Los adolescentes deberían participar activamente en todas las discusiones y decisiones relacionadas con este tratamiento, ya que son ellos quienes, a la larga, tendrán que seguirlo regularmente y afrontar sus efectos adversos.
· El asma no controlada puede desembocar en depresión y baja autoestima. Ambas se pueden manifestar en estallidos emocionales y en un bajo rendimiento académico.

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